miércoles, 4 de junio de 2014

Con Alegria y Felicidad...

Hace un rato mientras escudriñaba por Internet, encontré este mensaje que escribió José María Del Pino, me pareció muy interesante y con un gran contenido, espero que así lo encuentren ustedes también.... José Carbajal.


Hace ya, algún tiempo, vino desde el interior del país; un amigo mío, a internarse; muy enfermo, al Hospital Militar.- Es un amigo; así que allá fui a tratar de ocupar en parte, la de familia, que se, no tiene en la Capital.- Avda. 8 de Octubre, esa entrada enorme, que siempre me pareció un templo romano y que la cruzamos por vez primera, con otra barra de muchachos; allá por Marzo de 1959; caminé ese corredor largo, de paredes bien pintadas, piso brillante, gente que camina lentamente y en riguroso silencio y seriedad.- "Acá no se puede venir con alegría ni felicidad"; escucho decir a una de las dos Sras. que van delante mío; me sorprendo un poco por lo escuchado; será así verdaderamente? Al llegar a los ascensores y doblar a Torre 6; me pareció ver; un cartel que decía: "Antes de entrar; deje aquí la felicidad y la alegría" esto me lo imaginé? o estaba impresionado por lo dicho por la Sra.?.- Llegué hasta el lecho de mi amigo; lo miré; un árbol caído, casi sin movimiento; le acaricié la mano; y como a todo viejo; los recuerdos se dispararon hacia atrás: me acordé de la E.T.E de las bromas, de las risas, de "estudio Libre" de arreglo de equipo; de ese vivir la vida de cada uno de esos muchachos de pueblo, que éramos, y habíamos venido a Casavalle 4600, a buscar acá, lo que nos era imposible obtener en nuestros pagos.-Creo, que al sentir mi mano; abrió lentamente sus ojos y parece que a él también, le vinieron esos mismos recuerdos al verme; porque el brillo de su mirada se hizo mas intenso y levemente apretó mi mano - sin fuerza .- Seguí yendo, casi diariamente a verlo; cuando llegaba y él me veía; me miraba, y creo que con sus ojos sonreían; solo yo hablaba, cantidad de palabras, en cantidad de tonos, diciendo cantidad de cosas, mientras él sonreía con la mirada y a veces, me apretaba la mano.- En verdad; cada vez que iba a verlo, me parecía bastante feliz de verme -y así partió-  Acarició mi mano, me miró profundamente a los ojos y con esa mirada me dijo - sin usar palabras - una enorme cantidad de cosas; de las cuales muchas; no pude entender.- Y se fue.- Me quedé un poco triste; claro pensé; él pareció irse feliz; pero se llevó mi alegría.-!! Pero como?!! Si acá no se puede entrar con alegría y felicidad??.- !!Si se puede!! Yo aprendí que si se puede; solo con venir y volver a venir y no es necesario que toda la cantidad de palabras que digas, tengan sentido; porque es tu sola presencia, la que viene impregnada de alegría y felicidad, que el enfermo atesora.- Cuando salí por 8 de Octubre; respiré profundamente y-de pronto- se me fue la tristeza; y fue en ese momento que me di cuenta: cuando sentí esa paz interior; ese bienestar; ese calor que entibia el alma y el espíritu que yo me estaba llevando en mi corazón, cosas de muchísimo mas valor, que las que pude haber traído.- Estamos a mano Amigo.-
 

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