Hace ya, algún
tiempo, vino desde el interior del país; un amigo mío, a internarse; muy
enfermo, al Hospital Militar.- Es un amigo; así que allá fui a tratar de ocupar
en parte, la de familia, que se, no tiene en la Capital.- Avda. 8 de Octubre,
esa entrada enorme, que siempre me pareció un templo romano y que la cruzamos
por vez primera, con otra barra de muchachos; allá por Marzo de 1959; caminé
ese corredor largo, de paredes bien pintadas, piso brillante, gente que camina
lentamente y en riguroso silencio y seriedad.- "Acá no se puede venir con
alegría ni felicidad"; escucho decir a una de las dos Sras. que van
delante mío; me sorprendo un poco por lo escuchado; será así verdaderamente? Al
llegar a los ascensores y doblar a Torre 6; me pareció ver; un cartel que
decía: "Antes de entrar; deje aquí la felicidad y la alegría" esto me
lo imaginé? o estaba impresionado por lo dicho por la Sra.?.- Llegué hasta el
lecho de mi amigo; lo miré; un árbol caído, casi sin movimiento; le acaricié la
mano; y como a todo viejo; los recuerdos se dispararon hacia atrás: me acordé
de la E.T.E de las bromas, de las risas, de "estudio Libre" de
arreglo de equipo; de ese vivir la vida de cada uno de esos muchachos de
pueblo, que éramos, y habíamos venido a Casavalle 4600, a buscar acá, lo que
nos era imposible obtener en nuestros pagos.-Creo, que al sentir mi mano; abrió
lentamente sus ojos y parece que a él también, le vinieron esos mismos
recuerdos al verme; porque el brillo de su mirada se hizo mas intenso y
levemente apretó mi mano - sin fuerza .- Seguí yendo, casi diariamente a verlo;
cuando llegaba y él me veía; me miraba, y creo que con sus ojos sonreían; solo
yo hablaba, cantidad de palabras, en cantidad de tonos, diciendo cantidad de
cosas, mientras él sonreía con la mirada y a veces, me apretaba la mano.- En
verdad; cada vez que iba a verlo, me parecía bastante feliz de verme -y así
partió- Acarició mi mano, me miró
profundamente a los ojos y con esa mirada me dijo - sin usar palabras - una
enorme cantidad de cosas; de las cuales muchas; no pude entender.- Y se fue.-
Me quedé un poco triste; claro pensé; él pareció irse feliz; pero se llevó mi
alegría.-!! Pero como?!! Si acá no se puede entrar con alegría y felicidad??.-
!!Si se puede!! Yo aprendí que si se puede; solo con venir y volver a venir y
no es necesario que toda la cantidad de palabras que digas, tengan sentido;
porque es tu sola presencia, la que viene impregnada de alegría y felicidad,
que el enfermo atesora.- Cuando salí por 8 de Octubre; respiré profundamente
y-de pronto- se me fue la tristeza; y fue en ese momento que me di cuenta:
cuando sentí esa paz interior; ese bienestar; ese calor que entibia el alma y
el espíritu que yo me estaba llevando en mi corazón, cosas de muchísimo mas
valor, que las que pude haber traído.- Estamos a mano Amigo.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Publica tus opiniones o simplemente tus saludos, gracias....